Mujer+Guiness= no tiene solución

Hol@ a todos una semana después. Sé que no estoy escribiendo demasiado (en realidad nada), pero el ritmo aquí está siendo frenético. Estoy siete horas al día en clase de inglés y el poco tiempo que me queda lo dedico a hacer la compra, hacer deberes y demás menesteres domésticos. Creo que después de 15 días aquí ya puedo decir que ME ENCANTA LA CIUDAD. Para todos los que no lo sepáis, Liverpool fue la capital europea de la cultura en el año 2008. Y se nota! Las calles guardan todavía muchísimas muestras de arte urbano y se respira un ambiente cosmopolita que sólo he visto en Barcelona. Sin embargo, Liverpool cumple todos los requisitos para ser ciudad pareja. Es decir, es facilísimo enamorarse de ella. La arquitectura es increíble. Pero como en todo, en la variedad está el gusto. Justo al lado de casa está la Universidad de Liverpool, con edificios en los que esperas en cualquier momento que Harry Potter salga por la ventana en escoba. El Albert Dock (en el río Mersey) es espectacular, con sus embarcaderos antiguos y su Tate modern (más pequeña que la londinense). Os recomiendo a todos la ciudad para una escapada de fin de semana.
Pero yo voy a lo mío, que son las curiosidades. La semana pasada estuve pasando el fin de semana en una ciudad muy cercana llamada Chester. Una delicia. Parece sacada de un cuento de hadas. A mi me pareció una Praga en miniatura. Además, el cielo inglés (siempre gris) tiñe las fotos de un halo especial. No es el mejor clima del mundo, pero a mi me parece sacado del Romanticismo. Chester es una ciudad similar en tamaño y población a mi Cuenca querida, pero mucho más comercial y turística. No tiene nada especial, pero a la vez todo es especial. Uno de esos lugares de los que se disfruta paseando por sus calles. Pero tiene también una bonita Catedral en cuyo jardín hay miles de crucecitas en recuerdo de los caídos en la segunda guerra mundial, con la tradicional amapola. Me impresionó muchímo. Apuntad esta ciudad en vuestra Moleskine.
Siguiendo con mis periplos, esta semana he visitado una conocida fábrica de cerveza liverpoliana. Me llamó muchísimo la atención la manera tan rudimentaria con la que siguen produciendo las cervezas. Además, como curiosidad, elaborar doce variedades distintas (además de las clásicas), una por cada mes del año. Cada una de esas doce tiene un nombre y un sabor diferente. Por ejemplo, en otoño la cerveza tiene aroma a pasas para poder beberla como antesala de Navidad y del tradicional Christmas pudding. O la cerveza de marzo, con sabor a chocolate. Si os soy sincera, he de reconocer que no probé ninguna de las mezclas. Yo me quedo con la cerveza Mahou y con la Guiness. Sí, sí, habéis leido bien. ME GUSTA LA GUINESS. Lo subrayo porque aquí en Liverpool (creo que puedo extrapolarlo a Inglaterra) no entiende que una mujer beba cerveza negra. Anoche sin ir más lejos salí con varios compañeros de curso a tomar unas cervezas y los ingleses me miraba con una mezcla de alucinación y admiración. "Well done (bien hecho)" me soltaron varios. Y aunque no os lo creáis, tengo testigos que corroboran el momento en el que tuve que posar para una foto hecha con un móvil para que un inglés pudiera enseñar a los amigos que había encontrado un unicornio, un dinosaurio, o cualquie cosa extinta en nuestro días. Sí, sí. Sólo porque bebo cerveza. Buscándole el lado positivo a las cosas, os diré que me vino de cine para hablar con gente de aquí, porque, para que nos vamos a engañar: los españoles hemos tomado Liverpool.
La otra noche fui con los amigos a The Cavern (el mítico bar donde un grupo imita en directo a The Beattles) y un señor se me avalanzó para cerciorarse de que era española (yo estaba hablando inglés con una profesora). "Eres española?, necesito tu ayuda. Tradúceme lo que dice el camarero, por favor". Cinco libras con veinte peniques, le dije yo. Lo más gordo fue que el señor en cuestión llevaba siete años visitando Liverpool con diez amigos porque son muy fans de la banda de Lenon y Macartney. Mucho viaje, pero de inglés ni papa. Véis, mientras unos se me acercan en busca de agua en el desierto de los idiomas, por suerte la Guiness provoca el efecto contrario. Sin duda, me quedo con la segunda opción. Entretanto, recuerda esta nueva regla matemática: Mujer+cerveza +Inglaterra= no tiene solución real.
Nos vemos en los bares

Cómo de limpia está tu casa?


Saludos a tod@s desde las frías tierras del norte de Inglaterra. Pasadas las primeras 24 horas de adaptación (o de cultural shock, como prefieren llamarlo los nativos), creo que me encuentro en disposición de afirmar que ya soy más british que The Queen. La escuela en la que paso un tercio del día es muy acogedora, aunque el imperialismo español de antaño sigue más vivo que nunca por estos lares. Que la crisis ha hecho mella es una realidad, y que los ingleses se frotan las manos con nuestro "don" de lenguas, más aún. Pues bien, unid las dos cosas y el resultado es mi escuela. Servidora es una de las muchas personas que han cruzado el meridiano para buscar nuevas expectativas mientras me capacito para quitar de una vez por todas los subtítulos a las series y películas en Versión Original.
Como os decía, paso un tercio del día (de 9:00 a 14:30 en la escuela, de manera ininterrumpida). Después, cruzo la calle y subo a casa para comer. Vivo en un piso muy grande con otros siete compañeros de nacionalidad.... Sorpresa! Española! (Bueno, y nuestro Ahmed de Arabia Saudí). Como os imaginaréis, los fogones echan humo a tortilla de patata. En casa se habla poco (o nada) de inglés. Algo que yo suplo con las excursiones de la escuela por la tarde. Tony, un friendly jubilado Liverpodliand nos enseña la ciudad de los Beatles de manera desinteresada los martes y jueves. Personalmente, el resto del día lo paso escuchando la radio local y paseando por lo alrededores.
Curiosamente, hoy ha sido el primer día en que me he sentado a ver la tele en casa y he descubierto y programa (cuanto menos curioso) que quiero compartir con vosotr@s. Se llama "How clean is your house? (cómo de limpia está tu casa?). Aquí os adjunto el enlace a la página web del programa en cuestión. Echadle un vistazo. En realidad, es como uno de esos programas que tenemos en España en los que te vas de casa y cuando vuelves te han cambiado la cama de muelles por el colchón de látex y el gotelé por papel pintado, pero a lo bestia. Es una especie de Matemos a Diógenes!
Las señoras (que han debido pasar el grueso de su vida viendo televisión y ensuaciando la casa, a partes iguales) llaman al Channel 4 y un equipo de expertas limpiadoras, raudas, veloces y sobre todo, muy valientes, acuden a la pocilga (con permiso de los cerditos)para poner orden y Mr Proper en sus vidas. Increíble. El caso es que en un pis pas te limpian la casa, te ponen sábanas nuevas y a vivir otros 20 años sin comprar una escoba o descubrir que el muñeco calvo se llama ahora Don Limpio. Eso sí, en el capítulo de hoy, la limpiadora jefe daba unos consejos estupendos para dejar los cds más limpios que un quirófano.
Así que ya sabéis, comencemos la revolución de la escoba y no dejemos que este reallity se instale en nuestra ya de por sí asquerosa televisión. (Así tenemos un aliciente más para viajar hasta aquí: el turismo televisivo).Limpiad mucho, leer más y enviadme un poco de sol en un email o comentario que aquí alguien lo ha robado.
Sin más, me despido de tod@s vosotros y os agradezco muchísimo los emails y comentarios que me estáis dejando.
See u tomorrow!

Adiós GMT+1

Amig@s tod@s, medio año después vuelvo a ponerme el gorro de marinera y he decidido embarcarme en otra aventura allende los mares. En este caso voy quedarme más cerca y retrasaré sólo una hora mi franja horaria. Desde el domingo acordáos de mi cuando escuchéis en la radio aquello de "una hora menos en Canarias". No, no estaré en ese archipiélago, sino un poquito más arriba. Desde England con amor. Así escribiré ahora mis peripecias liverpoolianas. El invierno de Cuenca se me queda demasiado suave, y el español demasiado corto para tantas ideas. Es lo que tiene el tiempo libre.
En fin, para celebrar esta nueva aventura he cambiado no sólo el chip (adiós a la siesta después de comer, al aperitivo de la mañana, a las cañas de la tarde y a la nevera llena de casa), sino también el diseño de mi blog. Para ello, he decidido tematizarlo con galletas. Gracias a esta nueva afición me he mantenido ocupada buena parte de mi travesía por el desierto del ocio obligatorio. Y, por qué no, como adelanto al paraiso galletil y de los muffins en el que estoy a punto de llegar. Reino Unido no sólo me permitirá mejorar la terminación en -ation, sino que me servirá de master repostero (con deciros que ya he encargdo 7 libros de cocina que no venden en España).
Para hacer mucho más participativa esta experiencia os aviso de que ya he activado los comentarios del blog y ya podéis dejar vuetras impresiones arriba de cada entrada. Procuraré (no puedo prometerlo porque tengo 6 horas diarias de clase) escribir todos los días. Pero lo que sí puedo asegurar es que trataré de contaros esas anéctodas que siempre busco en mis viajes. Estaré muy contenta de leeros para saber que estáis ahí. Por lo demás, sigo teniendo el facebook abierto, el correo disponible (martahortelano@gmail.com) y ahora también este blog.
Se aceptan visitas durante estos dos meses y consejos de supervivencia. Si mi suerte no cambia o me toca la primitiva, el 1 de marzo volveré a mi franja horaria. Hasta entonces, adiós GMT+1